Cuando yo era joven, mi madre se escapó de casa con otro hombre. Mi papá lloraba todas las noches, lo que me ponía muy triste. Sin embargo, todavía me comportaba en la escuela como de costumbre para que la gente no se enterara de los asuntos de mi familia. Unos años más tarde, mi padre se volvió a casar y yo tuve una nueva familia, una madre amable y gentil y una hermana mayor que era un poco jugadora. Realmente me siento extremadamente feliz. Unos años más tarde, dejé mi ciudad natal y fui a estudiar a una universidad en Tokio. Como era la primera vez que tenía que vivir sola, mi padre estaba muy preocupado, pero también estaba muy orgulloso de mí.